Los cultivos leñosos y los rastrojos tienen una importante función en la absorción de carbono
Estos cultivos son una parte clave del ciclo del carbono, ya que absorben el dióxido de carbono del aire y lo convierten en carbono orgánico a través de la fotosíntesis.
Cuantificación y certificación de carbono orgánico en suelos agrícolas mediterráneos
La absorción de dióxido de carbono contribuye a la regulación global de la temperatura, ya que se evita que el dióxido de carbono entre en la atmósfera como gas de efecto invernadero.
Cuantificación y certificación de carbono orgánico en suelos agrícolas mediterráneos
Además, los cultivos leñosos y los rastrojos pueden albergar grandes cantidades de carbono en la biomasa, lo que contribuye a la reducción de la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera. Esto es especialmente útil para los agricultores, ya que algunos de los productos de la biomasa pueden usarse para diversas aplicaciones, como combustible, alimentos y otros usos.
También ayudan a mejorar el suelo, ya que el carbono orgánico se convierte en nutrientes que se liberan en el suelo, aumentando su fertilidad. Esto a su vez fortalece la salud de los cultivos y ayuda a reducir la erosión del suelo.
Los cultivos leñosos y los rastrojos tienen la capacidad de almacenar grandes cantidades de carbono durante largos períodos de tiempo, lo que hace que sean una fuente esencial de carbono.
Los cultivos leñosos y rastrojos son una forma importante de absorción de carbono y una manera eficaz de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Estos cultivos pueden contribuir a la reducción de la erosión del suelo, mitigar el cambio climático y ayudar a la recuperación de los suelos.
El carbono se absorbe cuando la luz solar se convierte en energía química a través de la fotosíntesis
Esta energía química se utiliza para producir los compuestos orgánicos y el dióxido de carbono (CO2) se libera como un subproducto. Los cultivos leñosos y rastrojos absorben el dióxido de carbono del aire y lo almacenan en los suelos y en la biomasa vegetal. Esta absorción de carbono contribuye a reducir la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera y ayuda a mitigar el efecto invernadero.
Los gases de efecto invernadero son compuestos químicos que contribuyen a aumentar la temperatura de la tierra. Estos compuestos incluyen el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Estos gases se producen naturalmente, pero también se producen como resultado de la quema de combustibles fósiles y la agricultura intensiva. proyecto innovador Cuantificación y certificación de carbono orgánico en suelos agrícolas mediterráneos
La sustitución de sulfuroso con compuestos fenólicos en los vinos puede ser una forma de mejorar la calidad y la salud del producto sin sacrificar la vida útil del mismo. Los compuestos fenólicos tienen la capacidad de estabilizar y conservar los alimentos, así como un sabor y olor agradables. Además, algunos estudios han demostrado que los compuestos fenólicos pueden ayudar a mejorar la salud al proporcionar antioxidantes y otros compuestos beneficiosos para el organismo. Por lo tanto, sustituir el sulfuroso con compuestos fenólicos en los vinos es una estrategia viable para mejorar la calidad y la salud de los productos.
Los cultivos leñosos y rastrojos ayudan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero al absorber el dióxido de carbono del aire y almacenarlo en los suelos y en la biomasa vegetal. Esto contribuye a disminuir la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera.
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Los cultivos leñosos y rastrojos pueden aumentar la cantidad de biomasa en los suelos
Lo que contribuye a aumentar la cantidad de materia orgánica en el suelo. Esto ayuda a reducir la cantidad de dióxido de carbono liberado al aire y también puede ayudar a reducir la cantidad de metano (CH4) emitido por la descomposición microbiana del suelo.
Los cultivos leñosos y rastrojos pueden ayudar a reducir la erosión del suelo al crear una cubierta vegetal densa que protege el suelo. Esto ayuda a mantener la estructura del suelo, lo que contribuye a mantener los nutrientes y el agua en el suelo. Esto reduce la erosión y protege la biodiversidad del suelo.
Los cultivos leñosos y rastrojos han demostrado ser una herramienta clave para ayudar a mitigar el cambio climático y absorber el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Al hacer crecer plantas leñosas con la ayuda de rastrojos, los agricultores pueden ayudar a mejorar la salud del suelo y reducir el escape de carbono a la atmósfera.
OS PRESENTAMOS EL PROYECTO INNOVADOR
CARBOCERT
Este proyecto innovador explora la importancia de los cultivos leñosos y rastrojos en la absorción de carbono.
Se analizarán los factores que afectan la absorción de carbono, así como la mejor manera de manejar los cultivos leñosos y rastrojos para maximizar su contribución a la reducción de las emisiones. Los resultados proporcionarán información valiosa sobre cómo promover la conservación de los recursos naturales y los beneficios para el clima.
Cuantificación y certificación de carbono orgánico en suelos agrícolas mediterráneos
El Grupo Operativo “CARBOCERT” ha sido creado con el objetivo de mejorar la sostenibilidad de los suelos mediterráneos a través de la cuantificación y certificación de su contenido en Carbono Orgánico. Esto se logrará mediante la realización de análisis en laboratorio de los perfiles de suelo, con el fin de obtener una medición precisa y fiable de los contenidos de Carbono Orgánico para posteriormente certificarlos.
Con el objetivo de mejorar la sostenibilidad de los suelos mediterráneos, el Grupo Operativo “CARBOCERT” fue creado para cuantificar y certificar el contenido en Carbono Orgánico de estos suelos agrícolas
Esta iniciativa surgió de la convocatoria realizada por el MAPAMA en relación con la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas. La medición precisa y fiable del contenido de Carbono Orgánico se logrará mediante la realización de análisis en laboratorio de los perfiles de suelo.
Actualmente, el Cambio Climático es uno de los grandes retos que enfrenta nuestra sociedad. Esta situación provoca una disminución de la productividad en el suelo, lo que puede incidir en la escasez de alimentos a nivel mundial. El Grupo Operativo “CARBOCERT” busca mitigar estos efectos al certificar el contenido de Carbono Orgánico en los suelos mediterráneos.
Objetivos G.O. CARBOCERT
Establecer metodologías para la certificación de la captura de carbono que se produce en los suelos agrícolas y en los cultivos mediterráneos más representativos de la Península Ibérica (olivar, cítricos, trigo, arroz, almendro y vid) es una tarea prioritario. Estas estructuras vegetales fijas y perdurables son importantes para el almacenamiento de carbono y deben ser reconocidas. Por lo tanto, es necesario desarrollar metodologías que permitan la certificación de tal captura de carbono.
Para los 6 cultivos de estudio, se identificar distintos sistemas de producción y prácticas de manejo con un mayor potencial para absorber y almacenar Carbono.
Es importante determinar los factores climáticos, edáficos y agronómicos que tienen una influencia decisiva en la absorción y almacenamiento de Carbono en el suelo.
Establecer métodos objetivos, rentables y de fácil replicación en los diferentes entornos para cuantificar la absorción y el almacenamiento de Carbono.
La creación de una red de parcelas experimentales de monitorización para estudiar el comportamiento real del carbono en el suelo y en las estructuras vegetales.
Proponer una guía práctica para los agricultores, esta debe ser aplicada para la implementación de las diferentes estrategias de manejo agrícolas que han sido validadas previamente.
Definir una metodología para certificar el carbono secuestrado en el suelo desde una perspectiva de explotación agrícola requiere un enfoque integral.
Identificar metodologías para cuantificar la fijación de carbono en el suelo de los cultivos objeto de estudio, así como estimar el carbono almacenado en las estructuras de los cultivos leñosos
Uno de los objetivos principales de la nueva PAC es contribuir a la atenuación del Cambio Climático y a la adaptación a sus efectos.
La agricultura juega un papel fundamental en la adaptación y la mitigación del Cambio Climático en el contexto mundial actual. Por ello, es importante tener conocimiento de la relevancia de las actividades agrícolas en la gestión de los suelos.
Los suelos agrícolas y los cultivos que en ellos se encuentran desempeñan un papel vital en la captación de carbono. Esto trae consigo dos beneficios: por un lado, se reduce el carbono en la atmósfera, y por otro, la materia orgánica en el suelo aumenta. Esto tiene una repercusión directa en la productividad y la sostenibilidad del suelo.
El suelo es uno de los recursos naturales más vulnerables ante el cambio climático y la degradación de la tierra. No sólo es una importante reserva de carbono, albergando más carbono que la atmósfera y la vegetación terrestre juntas, sino que la actividad humana también puede afectar la concentración de Carbono Orgánico en el Suelo COS, influyendo en su papel como sumidero o fuente de carbono.
CULTIVOS
TRIGO
El trigo es uno de los tres granos más ampliamente producidos a nivel mundial, junto al maíz y el arroz. La producción mundial de trigo asciende a 771 millones de toneladas, en una superficie de 223 millones de hectáreas. En España, se cultivan alrededor de 6 millones de hectáreas de cereales, siendo el sector con mayor base territorial y con distribución a lo largo de todo el territorio. El trigo es uno de los principales cultivos.
ARROZ
El arroz es el principal medio de vida para las mayores poblaciones del mundo. La superficie mundial dedicada a la producción de arroz es de aproximadamente 160 millones de hectáreas, con una producción anual de alrededor de 750 millones de toneladas. En Europa, Italia es el país líder en la producción de arroz, con una producción que representa aproximadamente el 50% de la producción total de la región, seguido de España, que representa un 28%. En Europa se cultiva una superficie aproximada de 440.000 hectáreas de arroz, de las cuales 110.000 hectáreas se encuentran en España. El arroz es, por tanto, una importante fuente de alimento para las mayores poblaciones del mundo, así como una fuente de ingresos para sus agricultores.
OLIVAR
España ocupa una superficie de 2,5 millones de Ha, principalmente en el sur de la península. Esto equivale a unos 850 millones de árboles, y es una parte importante del total mundial, que asciende a más de 10 millones de Ha. España es el primer productor mundial de aceite de oliva, reflejando la importancia de este cultivo en nuestro país.
VID
El cultivo de la vid en todo el mundo ocupa una superficie aproximada de 7,5 millones de hectáreas, con una producción estimada de 250 millones de hectolitros. De esta cantidad, Europa posee alrededor de 3,3 millones de hectáreas, siendo España el país con mayor superficie de cultivo, con casi 1 millón de hectáreas y una producción estimada de 32 millones de hectolitros.
ALMENDRA
Una de las principales frutos secos a nivel mundial es el almendro, con una superficie de plantación aproximada de 1,1 millón de hectáreas y una producción de 1,29 millones de toneladas. España cuenta con una de las mayores áreas plantadas, con cerca de 660.000 hectáreas y una producción aproximada de 55.000 toneladas.
CÍTRICOS
Los cítricos son producidos en más de 100 países en los seis continentes, ocupando alrededor de 2,9 millones de hectáreas con una producción aproximada de 120 millones de toneladas. En España, el área cultivada para cítricos se encuentra en alrededor de 320.000 hectáreas, con una producción aproximada de 6,5 millones de toneladas.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA FIJACIÓN Y MANTENIMIENTO DEL CARBONO EN EL SUELO
Para aumentar la fijación de carbono en el suelo y en las estructuras leñosas, es importante considerar los factores que inciden en el proceso. Estos factores incluyen el contenido de carbono del suelo, el suelo y la cantidad de nutrientes, la temperatura, la humedad y la cantidad de luz solar.
Factores naturales
No podemos controlar muchos factores medioambientales con nuestra acción como seres humanos, tales como precipitaciones, temperaturas, viento, textura, propiedades físicas y químicas del suelo, altitud y topografía. Estos son determinantes en el entorno natural y, por lo tanto, no pueden ser controlados por nosotros.
Textura: Suelos más arcillosos contienen más COS, frente a suelos más arenosos.
Precipitaciones: Una mayor pluviometría favorece el COS.
Variable climática (TMA/PMA): A mayor temperatura y menores precipitaciones, implica una menor capacidad de retención de COS.
Factores humanos
El hombre es capaz de controlar acciones que tienen una influencia directa sobre el COS. Estas acciones incluyen la realización de tareas de excavación en el suelo (vertedera), el pastoreo excesivo, la aplicación de enmiendas orgánicas, la carencia nutricional, la quema de rastrojos y el riego.
Labores profundas y de volteo son negativas para la fijación de COS.
Los cultivos de secano fijan peor COS, frente a los cultivos de regadío.
El agregar los restos de los cultivos al suelo favorece la fijación de COS.
La quema de rastrojos o restos de cultivos leñosos van en detrimento de la fijación de COS.
COS: Carbono Orgánico del Suelo.
TMA/PMA: Variable climática (ratio entre la temperatura media anual y precipitación media anual).
PAC: Política Agraria Común.
El GO-Carbocert quiere ser una herramienta que combina entidades para proporcionar soluciones a la cuantificación de carbono en cultivos agrícolas. Esta iniciativa pretende facilitar al mundo agrícola el proceso de cuantificar el carbono y, por lo tanto, medir el beneficio que los agricultores ofrecen al medio ambiente y la mitigación del cambio climático.
proyecto innovador Cuantificación y certificación de carbono orgánico en suelos agrícolas mediterráneos
MIEMBROS DEL GRUPO OPERATIVO CARBOCERT
UNE
AENOR
ASAJA
IFAPA
IRTA
AEAC.SV
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proyecto innovador Mejora de la productividad y sostenibilidad de riego por goteo subterráneo
FINANCIACIÓN
GO Carbocert, actuación con una ayuda total de 517.432,66 €, cofinanciada en un 80% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) de la Unión Europea y en un 20% por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a través de la Dirección General de desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria (DGDRIFA), en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020.
Son cruciales para la salud de la Tierra,
una parte fundamental para el equilibrio de la vida.
Los cultivos leñosos y rastrojos,
capaces de reducir la contaminación.
Retienen agua y la suelen proteger,
mejorando la calidad del suelo día a día.
Previene la erosión y la pérdida de carbono,
aportando una mejor salud al ecosistema.
Estos cultivos no solo ofrecen una fuente de alimento,
sino también la captación de dióxido de carbono.
Disminuyen la temperatura, protegen suelos y llegan más lejos,
pues absorben el gas de manera equitativa.